Espectacular fin de semana de triatlón para la Agrupación Deportiva Samburiel. Un fin de semana de estrellas y astros.
Nuestras estrellas, ésos que son nuestro futuro, promesas de continuidad de un trabajo bien hecho, pequeños triatletas en esencia y siempre campeones en grandeza, esfuerzo y ejemplo. Dirigidos por nuestro trainer de confianza, Rafa, este pasado domingo Marco, Lorenzo, Hugo y Alejandro representaron a la segunda generación de Samburieles, ésa que nos hemos empeñado en gestar y que viene pegando con fuerza. Y es que de tanto ver a sus padres y madres y a los amigos de sus padres y madres haciendo deporte de acá para allá, pues es normal que con su edad les entre el gusanillo de las competiciones. Y como su tasa de aprendizaje es la de una esponja en fase de absorción, pues se fijan y preguntan y, claro, es normal que ya sepan distinguir una bici de carretera de una de contrarreloj, una rueda normal de una lenticular y un casco normal de uno aero. Pequeños campeones en potencia. Pero mejor que eso, pequeños deportistas que aprenden a disfrutar y apreciar los valores y bondades del deporte como forma de vida. Queridos niños, nos quitamos el sombrero ante vosotros. Pero no os olvidéis de lo más importante: esto se hace para divertirse y aprender. La presión, para los mayores.
Y, por supuesto, también los Astros. Con gran luminosidad todos ellos, ocho compañeros participaron en Astromad. Cris Cañete, Fran Cuevas, Rober, Carlitos Guervós, Javi Álamo, Javi Cacaíto, Gorka y David Mozo. Ocho jinetes del firmamento que completaron un triatlón estupendo en un entorno privilegiado. Desde la creación de la A.D. Samburiel y tras picar el anzuelo del triatlón, hemos comentado en numerosas ocasiones las posibilidades que ofrece nuestro entorno para hacer un triatlón de calidad. Pero nadie terminaba de decidirse a hacerlo. Había eventos cercanos, pero ninguno en casa. Hasta Astromad. Y es que nadar en las aguas del embalse del que es tributario el río Samburiel, rodar en bicicleta por nuestra carretera de entreno más habitual, correr por la ribera que conocemos de pasear en familia y acabar en la plaza de nuestro vecino y amigo pueblo de Manzanares no podía escapar a la ilusión y ganas de competir de la familia Samburiel. Si vamos a cualquier sitio de España y de Europa a competir, ¿cómo no al lado de casa? Alguno que no lo pensó, no podía entender que hacía allí haciendo fotos, en vez de estar enfundado en su neopreno dispuesto a darlo todo en el triatlón de su río, del Samburiel. Otros decidieron que ir rodando en bici a la salida tenía un toque de romaticismo que había que añadir a la prueba. Alguno, después de inscrito y tras haber cedido el dorsal, no pudo contenerse y allí estaba animando al ilustre finisher que le sustituía a las siete y media de la mañana. Otros, nerviosos antes de su debut en triatlón y alguno más luciendo galones de subcampeón de Madrid. También, la juventud y la inocencia de nuestro participante más joven y la majestuosidad e ilusión de nuestra única fémina, bien arropada, como debe ser. Y por supuesto, la humildad y compañerismo del que es el mejor exponente de que ser un crack y alejarse de los focos de la fama es posible: ¡cuánto posturero hay por ahí que no le llega ni a la suela del zapato! Todos a lo suyo, pero todos representando al resto de compañeros y amigos de Samburiel.
Todo eso antes de la salida. Respecto a la prueba, pensábamos resumir la experiencia de cada uno, pero, ¡mejor que lo cuenten ellos!
Triatlón Samburiel, estrellas y astros.
20 comentarios:
¡UAU!
Gracias Mozo por currarte tan maravillosa entrada.
Ahora mientras espero que aparezcan las crónicas aprovecho para felicitaros a mayores y pequeños por vuestra actuación este pasado fin de semana.
Ha sido una maravillosa experiencia agridulce; lo bueno, el fantástico entorno que espero se vuelva a repetir el próximo año, lo agrio ha sido mi colapso muscular, me imagino motivado por combinación de esfuerzo, deshidratación y aberronchismo, no me valía con quedar bien, tenia que pillar por narices a Cuevas y Gorka, mira que puedo llegar a ser borrico, eso se paga, y nuevamente la realidad le pone a cada uno en su sitio( menos mal que no me dio por pensar en Guervos el volador). Este fantástico deporte te enseña muchas cosas con cada entrenamiento y cada competición y todo eso lo hace muy grande.
Otra parte dulce de la experiencia ha sido escuchar ánimos de los samburieles a largo del recorrido, cuando estas de espectador no te crees toda la ayuda que proporciona un “vamoossss” ó “ya no queda nada” ( y eso que quedaban 10K joder!!!!!r). En plena batalla estos ánimos son fundamentales para seguir hasta el final y te das cuenta lo importantes que son.
Por ultimo agradecer a todos mis compañeros de carrera que mientras iban sufriendo en el 10.000 sacaban fuerzas para animarme, e incluso Gorka se paró pretendiendo ayúdame a soltar mis piernas, a lo cual por supuesto me opuse, ya que lo importante era su carrera.
En fin el siguiente es el short de Riaza del dia 28 de julio, espero veros, os animo, el año pasado lo hice y me encanto. Javi Alamo
Vaya entrada tan fantástica Sr. Mozo. Muy trabajada, extensa y detallada, refleja perfectamente lo acontecido en ambas pruebas. De una manera muy personal pero reflejando perfectamente el sentir colectivo. Estrellas y Astros, muy acertado.
Yo astros desde luego ví el Domingo en Manzanares el Real, auténticas constelaciones. Me siento identificado completamente con esa parte de la entrada que habla del que no sabía porqué no estaba allí compitiendo como uno más. Pues sí, así me sentía. Ahora, también digo una cosa, si no estoy allí de fotógrafo, no tenéis esa fotaca previa a la salida de los 8 embutidos, bonito recuerdo para toda la vida.
Pues eso, que estuvisteis todos fenomenal y me hicisteis vibrar con vuestro esfuerzo y buen hacer.
Y la emoción más grande que me llevé fue ver a Cacaito en la salida. Por todo, por su debut en triatlón, por su valor de enfrentarse a retos que apenas puede preparar, por su pundonor y determinación en terminarlos y, por encima de todo, por su dedicación al amigo que se fue. Cacaito, no tengas ninguna duda que hicístes lo que tu amigo Esteban hubiese deseado que hicieras.
Y no dejéis de leer la crónica que ha escrito Cacaito en el sambuforo.
Srs administradores, hacer un copia pega y traerla aquí también, para que quede bien guardadita en este blog de triatlón.
CRÓNICA ASTROMAD CACAÍTO
De un tiempo a esta parte me resulta prácticamente imposible poder planificar competiciones, y más aún prepararlas. Es lo que suelo decir, ..."yo me apunto y si no surge nada allí estaré, haciendo lo que se pueda".
Sin embargo Mozo me convenció para apuntarme, y sólo tuvo que decirme una cosa,..."se nada en el embalse de Santillana".
Era la culminación de un sueño iniciado hace ya seis años con la creación de la Samburiel, puesto que nadábamos en la cuna del río que da nombre, e imagen a nuestro logo.
Preparación: MAPOMA a 4 horas, 4 salidas de 55 km, y 2 de 40 en bici de carretera el último mes y medio, y 4 días de piscina (1 hora cada día), y un simulacro de natación en el Pontón.
Con estos mimbres nunca lo hubiera conseguido sin la inestimable ayuda de Mozo, que me dejó el mono; de Juanete, que me dejó su neopreno; y de la familia Samburiel que me animó durante todo el recorrido.
A mi no me gusta competir, y en la búsqueda de la motivación necesaria para abordar semejante prueba, llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza, que un reto de este tamaño debía dedicárselo a quien venía desde hace un año peleando cada día por ver la luz del siguiente; a mi amigo Esteban.
Necesitaba darle una alegría, algo que esbozara una sonrisa en su cara y aliviara por un momento el dolor que estaba soportando.
El pasado viernes me acerqué a verle al hospital con ganas de contárselo pero ya era tarde. Esteban estaba agotado y la sedación apagaba poco a poco su dolor.
Tuvo tiempo de despedirse conscientemente de toda su familia, e incluso de bromear sobre su pasado, aún sabiendo que no le esperaba ningún futuro.
Pero yo no tuve tiempo de decirle una vez más lo mucho que le quiero, y lo que iba a pasar este domingo. Esteban al parecer tenía otros planes...
Su despedida fue encomiable. A cada miembro de su familia le encomendó una tarea. Yo sólo pude verle durante alguno de sus últimos despertares y tirarle un beso desde la esquina de su cama que agradeció con un gesto amable.
Me costó mucho tomar la decisión de participar en la prueba. Tuve que elegir entre darle su merecida y tradicional despedida en el tanatorio acompañando a todos los que le querían, o hacerlo realizando lo que a uno más le gusta y le llena de felicidad.
Creo que la última vez que cruzamos nuestras miradas fue para decirnos que nos queríamos, para darnos las gracias por los 35 años de amistad y los momentos compartidos, y para desearnos felicidad, en esta vida y en lo que quiera que pueda sucederla.
Por eso el domingo cumplí su deseo:HICE DEPORTE Y FUI FELIZ!
Creo que esto lo resume todo...
Astromad: el origen.
Astromad comenzó allá por el mes de marzo, cuando un triatleta de Moral con el que suelo coincidir en la piscina me lo comentó.
- ¿Sabes que vamos a tener un tri en Manzanares?
- ¿En Manzanares? Ni idea. ¿Se nadará en el embalse?
- Parece que sí, que han conseguido los permisos. Lo organiza la gente de Astromad.
- Pues nada, lo miraré, estaré atento y, claro, habrá que participar, un tri al lado de casa...
Cierto es que no las tenía todas conmigo (no se hablaba muy bien de la organización de Astromad) y decidí llamar. La fecha me coincidía con un tri que pensaba hacer en Soria. Ése que me gusta hacer a mi aire, sin samburieles, como excusa de viaje familiar, aunque Nublo me regañe. La conversación con el organizador me convenció así que cambie los planes familiares y decidí que iría a Astromad. Hablé con algunos compañeros: unos se animaron, otros no; pero al final conseguimos ser más de cinco y así logramos un descuento para todos. Estaba hecho, estaba apuntado a Astromad. Un olímpico con una bici extendida y mi primer tri sin drafting.
Astromad: la preparación.
Me planteé la temporada con la intención de hacer dos tris olímpicos, para consolidarme en la distancia. Tengo mucha ilusión por hacer un día un medio, pero aún no ha llegado mi tiempo. Así que enfoqué la preparación para Astromad de manera similar al pasado año, pero haciendo algo más de bici los días en que entrenaba transiciones de bici+carrera. Por lo demás, igual: con calendario definido, pero con el tiempo justo, este año teníamos un bebé en la familia. Nada muy científico, basándome en mi experiencia y en lo que leo y me cuentan unos y otros.
Las semanas fueron pasando y después de muchos entrenos en solitario y algunos menos en conjunto, llegaba a la prueba con el plan cumplido. Había podido entrenar (tengo una familia que no me la merezco) y las lesiones me habían respetado. Tenía la confianza de estar preparado, pero la duda de si esos 18km adicionales en la bici me pasarían factura en la carrera.
Como supongo que nos pasa a todos, hacía mis pronósticos de tiempos, ritmos, parciales,... Hice tres estimaciones: optimista (3h30), media (3h45) y pesimista (3h55). Eso sí, contaba con que los parciales estarían bien medidos: 1,5-58-10. Finalmente parece que la carrera no fue así, pero hablaremos de eso más tarde.
Así que con esa sensación múltiple de agradecimiento a mi familia por organizarnos para sacar tiempo y así poder entrenar, de trabajo hecho, de inseguridad ante el aumento de distancia en bici y de lío mental de números y ritmos salía de casa a las 7 de la mañana rumbo al triatlón de al lado de casa, Astromad.
Astromad: la prueba (I).
Acudir a un tri saliendo de casa en bicicleta. Pensaba que nunca se daría el caso; sin embargo, esta vez tenía la oportunidad de hacerlo. Durante la preparación había convencido a Cacaíto de que se apuntara a Astromad. Él nunca había hecho un tri, pero lo de nadar en el embalse de Manzanares le convenció al instante. Eso y la posibilidad de ir rodando tranquilo en bicicleta a la salida. Así que así lo hicimos. ¡Qué sensación más agradable olvidarse del coche, de aparcar, de los nervios!
Llegué a la prueba con tiempo, me gusta ir sin prisas ni agobios. Por si surgen problemas. Y surgieron. Me habían dado mal el dorsal al recogerlo. No era el 375, era el 475.
- Me di cuenta en la tienda, Cacaito dixit.
- Mamonazo, ¿y me lo dices ahora? La madre que te trajo.
- Inés, me dice muy chulo.
Así que a los nervios propios de la prueba, visita adicional a secretaría, gestión del cambio de dorsal, gorro de natación,... Trescientas veces de acá para allá, tanto que Marcos, con el que me crucé varias veces me decía, "pero ¿dónde vas todo el rato? me estás mareando". Finalmente todo arreglado. Así que unos minutos más tarde, todo colocado en la transición, neopreno medio puesto y dispuesto a darlo todo.
Justo antes de comenzar, cuando una vez más parecía que no habría foto conjunta, apareció por allí nuestra querida presidenta con Nublo. Marijose indicándonos que nos colocáramos para la foto; Manu, sólo decía que por qué no estaría él vestido de romano para lanzarse al agua. Foto de rigor, saludos, abrazos, grito de guerra y todos al agua.
Astromad: la prueba (II).
La natación fue espectacular, salvo el tiempo empleado, claro. Nadar en el embalse de al lado de casa, el que se alimenta del río Samburiel es un lujo. Levantar la cabeza para respirar y ver el perfil de cuerda larga y el Yelmo... Daban ganas de pararse a disfrutar. Pero no, había que nadar. Como siempre, de los últimos y casi sin mejora. Pero bueno, conseguí salir del agua en 36:x, record personal. Así que animado, me dirigí a la transición.
Tras dejar neopreno, coger casco y gafas, me disponía a afrontar los 58 km de bici, con Cacaíto, por cierto, pisándome los talones. Me encontré muy bien en la bici en todo momento. Me acoplé a la postura de rodaje perfectamente y tenía muy buenas sensaciones. Iba adelantando bastante gente, con cuidado de mantener a raya el drafting y la distancia para no ir a rueda. Me gustó lo del no-drafting. Creo que da un punto de esfuerzo adicional que permite medir a cada uno de manera más real. Así fueron pasando los minutos. Tuve mucho cuidado de comer y beber mucho. Era un día caluroso. En esta fase pude ver animando a algunos amigos: Manu, Marijos, Torpedo con su niña, Miki y su flaca sin casco, Marcos,... Y, por supuesto, cada samburiel con el que me cruzaba. Con satisfacción vi que terminaba la bici con un tiempo de 2h25, lo que me acercaba a mi estimación optimista de terminar la prueba en 3h30.
Tras dejar la bici y calzar las zapas, me di cuenta enseguida de que los 10km me iban a costar bastante. Más aún si, como parece, no fueron 10, sino 11,700. La postura acoplada y los 58km hacían que tuviera molestias en la zona lumbar, molestias que no había tenido en los entrenos realizados y que no me permitían correr como yo quería. Además, hacía calor. Bastante calor. Y el circuito era aburrido. Esto va a ser muy duro, no sé si seré capaz. Tranquilidad. Acabemos la primera vuelta y seguro que con la perspectiva de que sólo queda otra más y llegar a meta lo tienes. No quería que se me escaparan las 3h30 y eso me metía bastante presión. Que le den al reloj, estoy aquí para divertirme. Los canijos estarán en meta y ellos no entienden todavía de tiempos, sólo quieren entrar con su padre. Así que sufriendo, pero más relajado de presión fui completando los kilómetros, apoyado por la ilusión del premio de llegar con mis canijos, y por los apoyos de todos los samburieles con los que me cruzaba (todos, incluso Javi Álamo, lesionado) y de Marcos, que me animó como el que más. Finalmente ya entrando en el casco urbano de Manzanares y totalmente reventado vi a Nachete (a quien no pude ni devolver el saludo) y, de lejos, a mi familia, así que se me dibujó una sonrisa que aún hoy conservo. Paré a 200 metros de meta, recogí a los niños y trotando despacito entré con ellos en meta y paré el reloj. El tiempo me daba ya igual, pero fue una alegría adicional comprobar que había cumplido el objetivo soñado: 3h28.
Astromad: la T3.
Pues sí la T3. La de los agradecimientos. Me ha hecho mucha ilusión acabar de esta manera Astromad, así que quizá me quede un poco cursi. No sé.
A todos los samburieles y samburielas que cada día me enseñáis cosas nuevas y a disfrutar de este deporte. Especialmente a todos aquellos que me dedicásteis palabras de ánimo el pasado domingo. Ni os imagináis lo que se agradecen.
A Cacaito especialmente, porque este reto era compartido y su ilusión y alegría a pesar de todo también las siento mías.
A mis padres, por todo y por siempre, claro, pero esta vez en concreto porque cambiaron su celebración de aniversario de boda para que pudiera participar en Astromad.
A Carmen, Martín, Inés y Guille. Porque todo el tiempo que les robo se compense con la ilusión de verme feliz.
A todo el que se haya leído este tocho. No sé lo que dejaré para cuando termine un medio IM...
¡Gracias!
¿Cómo están esas piernas después del Astromad? Las agujetas me han acompañado buena parte de la semana junto a los recuerdos del domingo. Era emocionante y hasta recuperador acercarse a los puntos de giro y escuchar los ánimos de los compañeros, así como encontrarlos en medio del recorrido. Ojalá volvamos a coincidir corriendo juntos más pruebas.
La natación fue más tranquila que en el Ecotrimad sprint, donde sufrimos los vaivenes del viento y era muy complicado dar una brazada decente. Varios compis nos reunimos en la parte derecha del embalse, detrás de la lancha del juez y creo que en general tuvimos una natación sin problemas, con el sofoco normal que suponen 1'5k nadando. No conocía la zona, pero tuvieron mucho trabajo para arreglar el pasillo hasta la T1 y había que ir con cuidado al correr y salir con la bicicleta. La bici tenía la duda de cómo soplaría el viento, pero más o menos se portó bien y no fue muy duro con nosotros. Como dice David, costaba mantener la distancia del no-drafting en algunas zonas al juntarnos las dos pruebas, tampoco estamos muy acostumbrados, aunque hace que vayas más centrado en un ritmo constante, sin los acelerones que suponte el drafting. De todas formas, noté varios calambres y ya sospechaba que la carrera sería dura. Estoy saliendo de una lesión en el tendón de Aquiles y realmente lo que me mueve a hacer estos triatlones es poder nadar en aguas abiertas rodeado de gente para ir acostumbrándome más a esa situación, así que en la carrera sólo busco ir a un ritmo llevadero, y sobre todo no retroceder en la recuperación del tendón, pero entre el calor que iba apretando y el cansancio acumulándose la parte final hizo dura la prueba, con ganas de llegar a la meta. Para no cruzarnos con los que estaban con la bici debíamos bordear los boxes por el prado segado, y este fue el tramo más duro, sin apenas orientación y sólo escuchando a los voluntarios guiándonos.
Definitivamente prefiero leer las crónicas a tratar de escribir algo jjj, pero las caras de Fran, Manu, Juanete y otros se aparecen en medio de la madrugada y me apuntan con el dedo:"la carrera no termina hasta que no escribes la crónica, Carlitos. Escribe, escribe...", y bebo agua y me vuelvo a la cama temblando, jejeje.
Un placer compartir estas jornadas en buena compañía. Lástima que casi nunca haya tiempo para alagar el final, estar todos juntos, y sin los "nervios" pre-carrera pasar un buen rato riéndonos de todo lo que nos ha pasado. Un abrazo especial a Cacaito. Su mano pudo comprobar que soy el rey de la protección solar, y encima me quemé la espalda.
Ha terminado el Astromad, y tal vez haya comenzado el Polar short de la Casa de Campo junto a David Headman al menos. Ánimo a los lesionados. Ojalá pronto estemos todos en perfectas condiciones disfrutando del deporte, Carlos
Que grandes sois!!
Gracias por las crónicas.
Muchas gracias a todos, fantástica experiencia.
Aquí estoy en mi cita obligada, procurando no fallar en esto de compartir con vosotros mis competiciones deportivas.
Hablamos del Medio Ironman de Oliva, o mejor dicho del tiatlón de Larga Distancia de Oliva, ya que la carrera a pie fue de 18 km y pico, por tanto, para mí, ya no es un Medio IM.
Elegí Oliva allá a principios de año, como continuación a los triatlones de verano de Buelna o San Sebastián que tan buenos recuerdos me han dejado tanto a nivel deportivo como de implicación familiar y colectiva de toda la familia triatlética samburiel. Para mí un Triatlón fuera de casa a principios de verano con todas las familias posibles de la Agrupación ya es un clásico.
Ha sido mi segundo de la temporada, tras Ecotrimadrid, los dos de Larga distancia. El primero un poco de puesta a punto y de preparación, y en este iba a ir a por todas, como siempre, pero esta vez con bases más sólidas y un recorrido más llano y favorable. Era uno de mis principales objetivos de la temporada.
Sobre todo por la natación, que es donde más terreno tengo para mejorar, mi caballo de batalla, el terreno prohibido al que por los resultados obtenidos podría haber dejado abandonada hace tiempo.
Lejos de darme por vencido, esta temporada he intentado meter otro día más a la semana de natación, esto es, dos.
Visto los parciales, sigo siendo un tremendo paquete. Sigue siendo, de largo, mi peor segmento. Pto 91 de los 123 que finalizaron, en 36:39. Intentando ver la parte positiva, al menos voy viendo en comparación con otros años que algo más he subido en puestos y que el tiempo perdido es menor. Además, casi lo más importante, tuve buenas sensaciones, disfruté del parcial y siempre estuve rodeado y acompañado de más nadadores, en vez de ir solo y acompañado de la canoa escoba. Y siempre es una delicia nadar en el mar, un mar tranquilo (infestado de medusas, muy majas jiji) y transparente como el que tuvimos.
La T1 no fue del todo mala, me senté y me sequé los pies, eso sí, pero salió bien lo de las gomitas.
La bici fue bastante llana, muy rápida. Ahora todo dios va con cabras. Yo diría que un 70 % ya las lleva, son los signos de los tiempos. Y está claro que con circuitos así es una gran ventaja. En las pequeñas subidas veía que las cabras les costaba y en cambio en cuanto el terrero bajaba o llaneaba, volaban. Me apreté, claro que me apreté, pero con límites, hay que correr después. No llevé reloj, ni ciclómetro, nada de nada, solo sensaciones. Esto hace la bici más llevadera, evita agobios y cuentas absurdas sobre lo mal que voy, el calor que hace y.....joder, los km que faltan. Puesto 54, 2:41 a 33,41 de media. Satisfecho, es todo lo que hay.
La carrera a pié empezaría sobre las 12 y pico de la mañana, en plena ola de calor, decían que sobre los 35 grados y con una humedad alta. Es fácil imaginarse el panorama que nos quedaba por delante. Ni sé los litros que bebí durante toda la prueba, especialmente en la carrera a pié. Más los que me eché por encima. Varios vecinos sacaron sus mangueras y allá que me empapaba cada vez que podía. Me paré en todos y cada uno de los avituallamientos a pillar geles y agua. Benditos geles, qué les echarán, a mí me resucitan al instante. Como por desgracia ya me ha pasado otras veces, lo único que me preocupaba eran los temibles calambres. Son espantosos. Hubo un par de amagos a lo largo de la carrera que me hicieron bajar algo el ritmo, pero en general corrí bien, bastante entero dentro de la paliza que llevas encima. La gran cagada de la Organización fue la que puse al principio, rebajaron la media maratón a 18 km y pico. Creo que dijeron que era por el calor, a mí no me pareció bien si ese era el motivo. Pto 35, 1:19 a 4,24 el km. Yo creo que es el primer triatlón, incluso duatlón, en que hago mejor puesto en la carrera a pié que en la bici.
Muy contento en definitiva por todo, si se ve por los parciales, una prueba hecha en progresión, como mandan los cánones. La Organización, salvo ese pequeño detalle comentado, muy buena. Muchos regalos, paella postcarrera, muchos voluntarios, buena animación, varios detalles y gestos muy buenos que los triatletas captamos y valoramos al momento. Muy recomendable, hacen uno Olímpico en Septiembre que es para tener muy en cuenta. En lo que creo que se equivocan es en la fecha, el calor es asfixiante, yo lo pondría en abril/marzo.
Y qué decir de mis compis, Headman, Gorga, Plaza, Jose Ramón, son todos unos portentos físicos y unas excelentes personas, que es lo que cuenta. Muchas gracias a todos por la compañía, me lo he pasado fenomenal a vuestro lado, me he reído un montón.
Cuando vi a Gorka andando de vuelta a boxes me llevé un mazazo muy gordo, claro que más se llevaría él. Se cayó en la bici, una auténtica pena ya que estaba haciendo unos tiempos de vértigo. Abandonar es una experiencia muy dura, mucho ánimo Gorka, son cosas que en el deporte y en la competición pueden pasar. Eres un crack y tienes por delante un montón de pruebas en las que poder demostrar tu calidad.
Fui muy feliz. Hasta la próxima.
Aun faltando 3 km en la carrera a pié, es otro medio Ironman para la buchaca.
Enhorabuena Manu!
Aun faltando 3 km en la carrera a pié, es otro medio Ironman para la buchaca.
Enhorabuena Manu!
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